La vida acontece caprichosa,
sorda por sobre mi entendimiento
finito.
Se cuela entre mis dedos
como arena fina,
impalpable,
cayendo sobre mis pies
que se ahogan y marchitan,
lentamente,
comprimidos por esa arena
que cada lágrima al caer,
amalgama
y transforma en cemento…
2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario