Desde que se talló tu imagen en mi retina,
que te recorrí el alma, palmo a palmo para saberte,
y hoy, que me conformas…
se ha teñido de soledad la muerte
cuando sabía simplemente, a otro tiempo.
Impregnado en ti, rodeo la vida por el sendero más largo
a la espera de alguna brisa que te adhiera a mi aire,
sacuda el tiempo a favor de mi complacencia por tenerte
y avise a la figura de la hoz, que ha caducado,
que ya no goza de mi simpatía su presencia.
Si bien es el comienzo de un nuevo andar
hoy será el fin del andar exquisito
que adornado de tu aliento, tu sudor y
la blanca espuma del espacio que habitas,
hacen de la vida
un lugar en donde permanecer…hasta quieto…
a tu lado quieto.
Desde que se talló tu imagen en mi retina,
que te recorrí el alma, palmo a palmo para saberte,
y hoy,
intento impregnar con tu perfume mi pasado
para dar un sentido, una razón a todo ese tiempo…
para aceptar sin hastío, sin desazón el que nos resta;
para llevar tu aroma en mí, más allá, de mi osamenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario